jueves, 3 de julio de 2014

SE ESTRENÓ “MALOS TRATOS” CON EXTRAORDINARIO ÉXITO

En el Teatro Darymelia de Jaén, el pasado 25 de junio, a beneficio de la Cofradía del Santo Sepulcro, costando la entrada doce euros, lleno, el Grupo de Teatro “Maranatha”, que dirijo, estrenaba la obra “Malos tratos”, que yo mismo había escrito hacía ya más de un lustro. 

Confieso que no estaba nervioso, al menos no tanto como en otros estrenos. Hacía más de dieciséis meses que los miembros del grupo comenzamos a ponerla en marcha. Los papeles eran difíciles de interpretar, con infinidad de matices, con gesticulación precisa, con vivencias constante, con tonos y movimientos capaces de crear tensión desde el primer momento de abrirse el telón. Con luces que requerían de mimo y una música que precisaba ser genial. Costó un par de abandonos y hubo que recurrir a nuevos actores que, después de sus largas jornadas de trabajo, tardes y noches, domingos y festivos, se comprometieron a sacarla adelante contra viento y marea. Yo animaba cuando los veía venirse abajo y ellos me levantaban cuando me veían decaído. Y así, día tras día, desde una generosidad y sacrificio infinitos, por fin decidimos representarla en Jaén. Pero no pudo ser. Todos los días hasta Navidad el teatro estaba ocupado.  

El Ayuntamiento de Málaga, enterado del tema, estaba dispuesto a darnos un espacio escénico para el estreno. Pero Málaga estaba lejos de los nuestros. Lo pensamos. Y cuando estábamos a punto de aceptar y comprometernos, el Presidente de la Agrupación de Cofradías de Jaén, sabiendo de la necesidad de la Hermandad del “Sepulcro”, salió al paso e hizo las gestiones de estrenarla en la capital del Santo Reino, sin éxito, porque el problema de estar ocupado el teatro era tan real como doloroso. Pero una vez más surgió el milagro y una compañía que estaba comprometida para el 25, avisó de su renuncia por motivos que ni interesan. Y se nos concedió a nosotros.

Todo lo demás es voz populi. El éxito de los actores fue extraordinario. Su interpretación asombrosa. La atmósfera que crearon hizo que el público ni respirara. Hubo un silencio que se podía cortar, sólo roto por el aplauso que en numerosas ocasiones se nos regaló cuando hay que decir que ninguna escena, por la crudeza y tragedia con la que se presentaba, invitaba a hacerlo.

Los abrazos fueron sinceros. Las exclamaciones llegaban a lo más hondo del corazón. Las enhorabuenas emocionaban… Y yo, tras apartarme para dar gracias, miraba desde lejos a José Luis, José Manuel, Mari Ángeles, César, Sonia, Juani, Fernando, Javier y Lucía… Y los miraba mirando hacia el futuro, como viendo a través de un espejo transparente, pero diciéndome que ahora tocaba vivir este momento gozoso…, para después…, para después seguir soñando el sueño que Dios quiera.    

2 comentarios:

  1. No veo ningún email privado o facebook para enviar mensaje, supongo que será para no recibir mil y una historia de expósitos.

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  2. Entrada del día 3 de abril de 1882 a las 5 de la madrugada, ingresa por el torno de este establecimiento una niña al parecer recién nacida envuelta en una camisa de calicate, un pañal de (ilegible) con puntillas nuevas, por mantilla un pañuelo de estambre color café, (ilegible) de algodón nuevas, una blusa de indiana usada, dos jubones, uno de calicate y otro de los de tienda bordado. Se bautizó el siguiente día en la Iglesia del Sagrario de esta ciudad por el cura coadjutor D. Antonio Molina con el nombre de Francisca de Paula, fue su madrina Bárbara Romero.

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