domingo, 30 de octubre de 2011

LA GUERRA QUE GANARÁ ETA

La ETA dice que hay un conflicto armado, una guerra entre ellos, los libertadores de Euskal Herria, y España.

            Pero los españoles aseguran que de guerra nada. Que sólo aquéllos disparan a traición y éstos ponen los cuerpos camino de los cementerios.

            ¿Quiénes llevan razón? Sin duda ETA. Porque de cierto es que estamos en una guerra. Y lo estamos en cuanto entramos al trapo, mantenemos conversaciones con el enemigo, se aceptan hojas de ruta, se les llama a ciertos atentados “accidentes”, se deja en libertad a los prisioneros, se permiten conferencias de paz presididas por autoridades extranjeras, se aceptan muchas de sus condiciones, se autoriza a que rijan organismos de poder, se les da chivatazos para que no detengan a los gudaris que va a ser capturados... Si no fuera una guerra, si sólo se tratase de una banda de delincuentes y asesinos, sencillamente se les perseguiría con toda la fuerza de la ley, se les impediría todas las coartadas, se les detendría sin miramientos, se les juzgaría e ingresarían en prisión hasta cumplir sus penas, como cualquier hijo de vecino que se atreve a incumplir la ley.

            No, amigos, aquí hay una guerra, una guerra sucia, fría, callada, latente..., lo que ustedes quieran, pero una guerra, en la que somos atacados por soldados fanáticos, ciegos, intolerantes y nazis... pero soldados al fin y al cabo dispuestos a morir por sus ideas, convencidos ellos mismos de que son valientes guerreros en defensa de su propio destino y de su libertad. Y como en la guerra todo vale, de ahí las treguas trampa, el doble lenguaje, el cinismo, la bomba y el tiro, los secuestros, los exilios obligados..., y hasta vale declarar un cese definitivo de la actividad armada...  Todo mentira, todo falso, todo pura estrategia en el campo de batalla. ETA no cesará en su lucha de independencia mientras no logre el objetivo. Y no está derrotada ni vencida. Está ganando. En sus escuelas se inyecta el odio a lo español, en sus campos de fútbol se les llama a los futbolistas del resto de los equipos “españoles hijos de puta”, cada vez son más los que se manifiestan con sus banderas al aire, y los que andan ocupando centenares de Ayuntamientos, y para colmo se sentarán en el Congreso de los Diputados y en el Senado, no para la paz, sino para desde ahí, desde dentro, continuar minando al enemigo, burlarse de él, desprestigiarlo, encender más odio hacia ellos (que les encanta), y usar sus fusiles de última generación, los que disparan desde el cinismo, la arrogancia y la altanería, o con bolsas de cal sobre las mesas de sus señorías, o los tartazos a la cara de los presidentes, o quemando banderas, o quitando los cuadros de la fotografía del rey, al que desprecian con toda el alma... Como han hecho y vienen haciendo..., y brindar con champán tras cada batalla ganada...

            Y no parará la guerra hasta que uno de los dos bandos gane por la fuerza. Ya lo ha dicho el general-gudari Arnaldo Otegi: “Pensar que ETA entregue las armas es de inmaduros”. Y lleva razón, inmaduros son todos aquellos que creen que a ETA se le va a derrotar con la palabra, y gilipollas los que creen que ETA está ya derrotada. ETA está a punto de vencer. Peneuvistas, batasunistas, aralaistas, euskoalkartasunistas, bilduistas, sortuistas..., incluso socialistas son, ante todo, vascos y quieren lo mismo... Sólo hará falta que se unan sin fisuras y declaren bilateralmente la independencia de Euskal Herria.... Serán mayoría y entonces nadie podrá impedir su gloriosa victoria. La internacionalidad se lo reconocerá. Y nuestro ejército de mediocres gobernantes, comilones, vivales y felones, es decir nuestro ejército de pacotilla, desarmado y rendido, se retirará a los cuarteles de invierno de los que nunca salió, porque su altura de miras no tenía más diana que el engaño, la torpea y la indignidad.

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